¡Por fin voy a acabar esto!
Rodrigo y Gabriela son el ejemplo más simbólico de lo que pasa con el arte en México. Rodrigo Sanchez y Gabriela Quintero eran miembros de una banda de thrash-metal llamada Tierra Ácida. Se hartaron de que en México nadie impulsaba su talento y se fueron a Irlanda, en donde comenzaron a tocar composiciones en guitarra acústica enfocadas en ritmos latinos. Fueron tan bien recibidos que de tocar en bares dublinenses fueron a firmar un contrato discográfico. Este contraste de la atención que se tiene en el extranjero sobre la música mexicana fue llevado al límite cuando Obama invitó a Felipe Calderón a una cena en donde Rodrigo y Gabriela amenizarían el evento; el mandatario mexicano no tenía puta idea de quienes eran.
Area 52 es una reinvención del catálogo de Rodrigo y Gabriela, que ahora es acompañado por la orquesta C.U.B.A. (es de música cubana, apuesto a que no lo imaginaron). Una selección de canciones que fueron creadas para sus discos anteriores, Rodrigo y Gabriela y 11:11, reencarnan en composiciones majestuosas. Esto es lo que debería de representar a México en el mundo. Más Rodrigo y Gabriela y menos Espinoza Paz.
Variation Picks: 04. 11:11, 06. Diablo Rojo
Shaolin Afronauts originalmente se formó como un proyecto alterno de la banda de soul The Trasatlantics. Este colectivo de Adelaide sacó en 2011 el disco Flight of the Ancients, el cuál se llevó elogios por parte de la crítica e incluso ganó el premio Aria de las bellas artes. Decidieron que Shaolin Afronauts no sería un proyecto de solamente un disco, solamente tardaron un año en sacar otro álbum, Quest Under Capricorn.
Shaolin Afronauts mezcla los sonidos de Africa del oeste con artistas de jazz avant-garde. Las influencias del grupo van desde Fela Kuti y Mulatu Astatke hasta John Coltrane. Su show en vivo incluso tiene ciertas representaciones estéticas que remiten a lugares extraños. No solamente su música mezcla lo mejor de este mundo, los títulos de sus canciones hacen referencia a lugares extra-terrestres. Para ellos, los límites son metiras.
Variation Picks: 03. Winds Across Gayanamede, 09. Voyage
No sé por qué, pero estoy seguro de que Carlos Cipa no es completamente alemán. Hay algo en su nombre que no me suena de ahí, pero bueno. El pianista “alemán” también es parte del alumnado de la disquera Denovali. Cipa descubrió que quería ser músico a temprana edad, desde los 6 años comenzó a tomar cursos de música clásica. Después aprendió a tocar batería. Después se convirtió en un dios del piano… y Cipa apenas tiene 22 años.
Hay un montón de artistas que son catalogados como músicos clásicos por la instrumentación, pero no logran acentuar la intensidad de la verdadera música clásica. Los contrastes entre violencia y belleza son los que pueden llevar a una canción a ser una pieza legendaria. Carlos Cipa puede crear esos contrastes de manera sublime y en The Monarch and the Viceroy solamente necesita un piano para hacerlo.
Variation Picks: 03. The Monarch and the Viceroy, 09. Lost and Delirious
La trayectoria de Kaoru Ishibashi, conocido artísticamente como K Ishibashi o Kishi Bashi, no es cualquier cosa. El violinista ha sido músico de tour de Regina Spektor, Of Montreal y Alexi Murdoch, entre otros. Aparentemente Kevin Barnes de Of Montreal lo obligó a llevar al límite su creatividad, haciendo que Kishi Bashi optara por potencializar los sonidos que podía lograr con su violín. Así dio con su estilo musical característico, cuyo núcleo está conformado por la voz de Kaoru, su violín y una máquina de loops.
151a, leído carácter por carácter en japonés es algo así como “ichi-go, ichi-e”, que a su vez, fonéticamente forma la frase “Un Tiempo, Un Lugar”. Y tan simple como es ese juego fonético, su naturaleza le permite crear sonidos festivos y alegres, mezclando varios aspectos de su origen japonés en lírica y armónica con las bondades del mundo occidental.
Variation Picks: 02. Manchester, 03. Bright Whites
En el siguiente episodio de Manuel Variations:
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