Y así este año termina con un montón de estrés (al menos para mi), pero eso no significa que deje de escuchar música mientras trabajo en proyectos, tareas o cualquier otra cosa académica que se les pueda ocurrir. La música es vida (aunque la vida sea una joda). Antes de comenzar con el conteo de los mejores álbumes del año, es pertinente hacer unas menciones honoríficas. En este primer post (de una serie de un millón), me gustaría compartirles unos casos extrañamente particulares; Estos dos discos salieron a la venta en diferentes lugares del mundo en 2009, pero llegaron a las Américas en 2010.
Este post también sirve para que los incautos se familiaricen con el formato del Top 50. La información incluye una carátula con nombre del disco y autor, fecha de lanzamiento y disquera, una breve descripción asombrosamente inconsecuencial (pero espero interesante) de mi parte, un link a algún bien ¿?, género musical, mis dos canciones preferidas del disco (con un link de grooveshark o bandcamp para escucharla – si es que existe en el sistema) y un link a la página del intérprete. TL;DR si saben leer, ahí está la información que necesitan saber.
Me pareció un nombre muy apropiado aquello del Jet Lag.
El único motivo por el cuál este disco se me pasó fue porque Alejo no me los presentó a tiempo. El grupo japonés quasimode (todas minúsculas) contrasta con la escena japonesa como lo haría Samuel L. Jackson en una tienda de Hello Kitty. Es cierto, cuando uno piensa en música japonesa, generalmente, se te ocurren alguno de estos posibles géneros: J-Pop (a.k.a. música para entrada de animé) o música tradicional japonesa. Pero, oh sorpresa, quasimode es jazz. Y cuando digo que son jazz, lo digo en varios niveles.
Las sensibilidades musicales de este cuarteto, cuyos nombres nunca me aprenderé, son sensacionales. Trompetas, ritmos influenciados en ritmos de jazz de los 60s y un toque latino (¿qué qué?) son los elementos que permanecen en cada una de sus entregas. Créanme que si manejan mientras escuchan esto, se sentirán como dioses.
Tags: Latin Jazz, Club Jazz
Variation Picks: 04. Escape From Darkness 06. Havana Brown
Lisa Papineau es una mujer con una voz muy particular, parece que suspira en voz alta, pero eso solamente puede ser bueno. Ella ha trabajado con artistas que van desde AIR hasta Omar Rodriguez-Lopez, y el año pasado – sin que yo me enterara a tiempo – decidió sacar un disco solista. Yo la conocí por el proyecto Big Sir, con Juan Alderete.
Cuando le enseñé a mi hermana una canción de Big Sir llamada Blutrausch mi hermana me preguntó “¿Qué diablos está cantando?”. Eso derivó en un correo a Lisa con esa pregunta, a lo que contestó que debido a que ella padece de Esclerosis Múltiple, había ocasiones en las que no podía hablar – así que estaba pensando en ideas musicales en los que simplemente con la armonía de la voz llegara a funcionar una canción. Claro, no siempre canta así, pero es un método interesante que ha empleado y le funciona. La vulnerabilidad de su voz es un reflejo de su condición, pero al menos yo, respeto enormemente su trabajo y admiro su dedicación para seguir haciendo maravillas.
Tags: Alternative, Pop Rock, Alt Jazz
Variation Picks: 04. White Leather Pants 08. Touch Time Out
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