No tengo muchos
recuerdos musicales de cuando estaba creciendo. Creo que en los festivales de
fin de año se bailó algo de UB-40. ¿Por ahí tenía el cassette de la serie de TV
de Dinosaurios? También me regalaron el disco de PÁCATELAS con “El Gallinazo”
metido en medio de un medley de 12 minutos de puras tonterías.
No me interesaba
mucho lo musical. Hermanas veían MTV en la única TV que teníamos con
Cablevisión mientras que yo quería ver caricaturas o jugar con el Famicom o LO
QUE SEA QUE NO SEA ESTO. AHÍ TIENEN LA RADIO PARA LA MÚSICA. MAMÁ DILES ALGO… (Está
bien, voy a jugar fútbol entonces.)
Pero el convivir
viendo MTV sí tuvo impacto; Los videos de “Teardrop” de Massive Attack o
“Paranoid Android” de Radiohead cambiaron un poco el juego. La estética estaba
super rara para un morrillo de 10 años, pero el “ver música” se volvió tantito
más interesante. MTV cambió todo, pero curiosamente el catalizador no fue un
video per se.
MTV Latinoamérica
lanzó un concurso para hacer un video de “The National Anthem” de Radiohead.
El promo venía con como 15 segundos de ESA MALDITA LÍNEA DE BAJO. Holy fucking
shitballs, necesitaba escuchar ese sonido de nuevo. Así fue como terminé en Pericoapa comprando –
con todos mis ahorros – el Kid A. Güey qué felicidad y qué sacón de pedo cuando
lo escuché todo. Eso fue en el 2000. A partir de entonces SÍ hay música en mi
mente. Mucha. Cada vez más. (Necesito ayuda.)
Cuento esto
porque es casi cabalística la sincronía de fechas, ¡GÜEY FUE JUSTO EN EL 2000! NEW
MILLENNIUM SHENANIGANS!
“Pero Stabi,
güey, ‘FuE eN eL 2o0O’. Lo de hoy es la-década-en-la-música, eso ya es
anticuado.” ¡Sí, pero también podría ser un recuento de lo que llevamos del
siglo/milenio/lo que sea! ¡¿QUÉ TAL SI HAGO LOS DOS ESCENARIOS?! “Bueno, Stabi.
Sí tú te quieres volver loco es tu tema.”
“I’ve always suspected that people who have a pathological need to
rank things are remarkably afraid of dying. The overwhelming and slightly
demented need to impose order onto a world that is essentially chaotic and
constantly shifting.” - John Doran (The Quietus Best Albums of 2019).
Tuve discusiones
con amigos sobre EL DISCO DE LA DÉCADA y en su momento no tuve respuesta. En
2009 había hecho un ejercicio en mi viejo blog sobre 2000-2009, pero no les di
un top. Y lo mío suelen ser los tops. Vamos, llevo haciendo el “Top 50 del año”
desde 2008, (antes hacía otros rankings de fin de año en MySpace y foros, pero
no tan formales) ¿Pero por qué mierdas era tan difícil el planteamiento del
disco de la década?
Pues porque el Top 50 que les hace Stabilimentum,
su poltergeist residente, no tiene como primera directiva ser una definición
sobre calidad musical. Es una serie de recomendaciones, ni más ni menos. Una
cartita de amor que une muchas pasiones mías en un único lugar; Mucha música,
escribir boludeces y hacer algo de diseño gráfico unificados en un solo
proyecto. Porque además, en afán de preparar el mentado TOP lo mejor posible, termino
escuchando mucha más música (y es el mejor círculo virtuoso que me pude haber
encontrado). Hacer esto me entretiene mucho, manos.
Pero definir EL DISCO DE LA DÉCADA (en todo
su esplendor clickbaitero) corresponde a una asignación un poco más inmutable,
es una determinación tácita sobre la importancia que tendrá un disco para
definir UNA ÉPOCA para la posteridad. “Disco de la década” por lo tanto define
a un impacto cultural que va en contra de la intención de mi Top: recomendar.
De nada sirve que yo les recomiende algo que ya conocen, esa es la paradoja.
(Y no quiero que la responsabilidad de definir
el disco de la década caiga en mí, obvio de esto se trata de esto ¿?)
“Bueno Stabi, pues en este caso no
recomiendes y ya. Danos un TOP DE TOPS.” ¡PUES NI TÚ NI YO, AMIC! Como preludio
al Top 2019, les traigo una breve serie en dos partes de los mejores veinte
discos de cada año desde el año 2000 hasta el 2018 (con su playlist asociado),
terminando con un TOP DE CADA DÉCADA que no es más que un “esto me gustó y esto
es importante para mí”. Ya después les doy el Top 2019. Esto no ocurrirá en el blog, esto ocurrirá en Twitter.
2000-2009:
Tidal: https://listen.tidal.com/playlist/43054558-c732-460c-a751-22daec400ed8
Deezer: https://www.deezer.com/us/playlist/6890284704
Spotify: https://open.spotify.com/playlist/4XzwKa31Zj8TDkSdKdRYzl
Deezer: https://www.deezer.com/us/playlist/6890284704
Spotify: https://open.spotify.com/playlist/4XzwKa31Zj8TDkSdKdRYzl
2010-2019
Tidal: https://tidal.com/browse/playlist/363fd532-2a88-4062-b69d-7189c41fc87b
Deezer: https://www.deezer.com/us/playlist/6904315644
Spotify: https://open.spotify.com/playlist/79Y8lGOGpqgSbDaVh54uAb
Tidal: https://tidal.com/browse/playlist/363fd532-2a88-4062-b69d-7189c41fc87b
Deezer: https://www.deezer.com/us/playlist/6904315644
Spotify: https://open.spotify.com/playlist/79Y8lGOGpqgSbDaVh54uAb
APÉNDICE MATEMÁTICO:
Uno de los principales problemas para
llegar a un consenso de opiniones sobre “los rankings” es que no hay una
intersección clara en “¿quién escuchó qué?”. A mí me funciona mucho ver listas
de fin de año y atrasar ligeramente el Top porque me encuentro un montón de
joyas que se me pasaron. Este año escuché [número redactado] discos, ¡pero en
mi lista de discos pendientes (que me interesaron) hay más de 500! Ciertamente no
se puede formalizar una opinión colectiva si todos no escuchamos las mismas
cosas. En 2014 quise hacer un algoritmo para ponderar rankings de fin de año
para ver cuál era el disco que más se repetía y ver si matemáticamente podía
dar con un resultado para resolver el problema del consenso:
Mientras más veces se replicaba un disco en
una lista, el índice de ponderación se acercaba más a 1 (como tal era una
ecuación lineal, el límite inferior del índice estaba determinado de manera
proporcional por la cantidad de publicaciones que alimentaban a la base de
datos). Al final dependiendo del promedio de “en qué lugar estuvo tal disco”
multiplicado por el índice me daba un agregado muy curioso. Los mejores
evaluados (sacados de 40 distintas publicaciones) fueron:
Disco [repeticiones] = resultado
1.
Run The Jewels - Run the Jewels
2 [15R] = 4.53
2.
The War on Drugs - Lost in the
Dream [20R] = 5.83
3.
Jane Weaver - The Silver Globe
[6R] = 12.05
4.
St. Vincent - St. Vincent [20R]
= 12.8
5.
Goat - Commune [5R] = 13.92
El disco de Beyoncé estaba en lugar 22 con 21.78, el disco con más repeticiones fue “LP1” de FKA twigs, con una calificación de 17.32. El disco número 10 en mi propio top, “In the Seams” de Saint Saviour, tenía una sola repetición y por lo tanto un índice de 110.
Me di cuenta de que estoy medio loco y que,
como todo, me falta información para alimentar al algoritmo. PERO no fui el
único que hizo algo así, así que si quieren ver algo similar en ejecución vayan
a https://www.albumoftheyear.org/list/summary/2019/
>>>> Pero la conclusión
verdadera es que este método es completamente pseudo-científico y no tiene
validez alguna. <<<<
Igual sigo usando algoritmos para ver qué
me toca escuchar, pero eso es otra discusión.